
Para terminar con las novedades correspondientes a 2024, fruto de nuestro empeño en seguir mejorando la información ofrecida a través de nuestros catálogos web, os informamos de que hemos incorporado a nuestras bases de datos y publicado 1142 fo...
La torre campanario, adosada a los pies de la iglesia, se estructura en tres cuerpos en altura.
El cuerpo inferior, construido en mampostería con encintados de ladrillo en las esquinas, presenta planta cuadrada, mientras los dos cuerpos superiores son de planta octogonal y levantados en ladrillo.
El paso de la planta cuadrada del primer cuerpo a la octogonal de los superiores se resuelve a través de torreoncillos de ángulo.
Los dos cuerpos superiores presentan pilastras sobre plintos en las aristas del octógono y vanos en arco de medio punto de doble rosca, de los que algunos están cegados en la actualidad.
Como remate de la torre se dispone un chapitel piramidal.
Si bien para la imaginación popular la mayoría de los puentes que encontramos sobre nuestros ríos son “puentes romanos”, realmente el momento álgido de su construcción en nuestra región fue la baja Edad Media. Fruto de una reorganización del territorio aragonés promovida por la monarquía y de la configuración de una nueva red de comunicaciones, entre el siglo XIII y comienzos del siglo XVI se fueron tendiendo sobre nuestros ríos los puentes más interesantes que todavía hoy podemos contemplar. Conoceremos los más destacados ejemplos de obras medievales en nuestra región, pero antes indagamos en el contexto que rodeó esta proliferación de puentes, descubriendo cómo se planificaron, quiénes los financiaron y los construyeron y los mecanismos que se establecieron para sufragar el mantenimiento constante y gravoso que requieren estas infraestructuras.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002